domingo, 22 de abril de 2007

Musica Underground

Viernes, 12 de enero de 2007. Hora punta en una estación de metro en la ciudad de Washington. Un músico toca el violín vestido con vaqueros, una camiseta y una gorra de béisbol. El instrumento es nada menos que un Stradivarius de 1713. El violinista toca piezas maestras incontestables durante 43 minutos. Es Joshua Bell, uno de los mejores intérpretes del mundo. Tres días antes había llenado el Boston Symphony Hall, a 100 € la butaca. No lo hizo por estar en la ruina, sino que estaba protagonizando un experimento recogido por el diario The Washington Post, el mayor y más antiguo periódico de Washington, para comprobar si la gente está preparada para reconocer la belleza.Evidentemente, no lo está.

Se había previsto que el músico recaudaría unos 150 dólares y que, de mil personas, unas 35 se detendrían haciendo un corrillo, absortas por la belleza. Hasta un centenar, echaría dinero en la funda del violín. Pero eso no fue lo que ocurrió.A los 43 minutos habían pasado ante él 1.070 personas. Sólo 27 le dieron dinero, la mayoría sin pararse. En total, ganó 32 dólares. No hubo corrillos y nadie le reconoció.Sólo una persona se detuvo seis minutos a escucharle. El treintañero John David Mortensen, funcionario del Departamento de Energía de EEUU, quien declaró al periódico que la única música clásica que conoce son los clásicos del rock. "Fuera lo que fuera lo que estaba tocando, declaró Mortensen, me hacía sentir en paz".

"Porque no escuchas lo que esta tan cerca de ti solo el ruido de afuera, y yo, que estoy a un lado desaparezco para ti " (Muchas veces tenemos nuestra felicidad tan cerca, que no somos capaces de darnos cuenta, y la dejamos marchar)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Somos unos insensibles... o unos estresados del carajo que nos hacen imperturbables de nuestros pensamientos...

que triste ¿no?